jueves, 16 de junio de 2011

APORTES PARA CONOCER EL ORIGEN DEL APELLIDO GÜEMES

Por: Prof. Martín Risso Patrón

Desde hace mucho tiempo existe una versión casi oficializada, de que el apellido Güemes proviene de la lengua euskera (también llamada de los vascones), y significa “lindero”. Esto fue originado por las opiniones del Dr. Atilio Cornejo en su obra “Historia de Güemes” [Salta, 1971]1, según las cuales, la etimología indicaba que, aparentemente con ortografía original era aplicable al topónimo que designa a una aldea llamada Güemes entre Santander y el sector occidental del País Vasco [en la actualidad, límite entre las provincias de Cantabria y Vizcaya –Bizkaia-. “Sea como sea, el apellido [Güemes] se encuentra muy extendido por toda la zona montañosa de Santander”, afirma la abogada Violeta Herrero en la página 33 de su trabajo “La Tercera Gesta – Martín Miguel de Güemes” [Salta, 1999]2.

Como esta apreciación coincide con la vocación, los trabajos, el sacrificio y la muerte de nuestro héroe gaucho, el General Martín Miguel de Güemes, ha sido lugar común en la escuela primaria, y en cuanto ámbito de análisis histórico hay, adherir a que esa afirmación, en cierto sentido, afianzaba la identidad del prócer desde un punto de vista emocional, con fuerte impronta de la subjetividad del investigador.

De un diálogo mantenido entre personas interesadas en cuestiones genealógicas, emergió, en una oportunidad, la duda acerca del verdadero origen del apellido del General D. Martín Miguel Juan de Mata Güemes, a lo que se sumó la discusión sobre el lugar en que arraigaba su estirpe familiar, en España.

Todos coincidimos en el origen cántabro de la familia Güemes, hecho vastamente documentado y aceptado. Esto incluyó negar la etimología vasca mencionada, al menos en la acepción comúnmente aceptada, originada en las apreciaciones de A. Cornejo.

En este punto cabe señalar lo que afirma la escritora Herrero en el trabajo aquí citado, al comentar sobre el prestigio del padre del General en América: “...Don Gabriel de Güemes Montero, sobre cuya noble estirpe vasca, proveniente de Abionzo, Valle de Carriedo, Santander, no existe duda...3 [el subrayado me pertenece]; sostiene de esta manera que los Güemes eran vascos de origen, a pesar de que Santander [hoy comunidad autónoma uniprovincial de Cantabria, en la división política española] nunca perteneció al País Vasco, y, que se sepa, no hay ancestros de los Güemes, que sean originarios de Álava, ni de Guipúzcoa ni de Vizcaya, menos de Navarra.

En el diálogo antes mencionado, alguien agregaba que hay serios indicios del origen escocés de la familia, un poco más atrás en el tiempo, cuestión a la que en la actualidad se encuentra dedicado a investigar. Allí abonó sus apreciaciones, acerca de la existencia del clan Weims, y del posible origen lingüístico del apellido Güemes.

Hasta aquí, una síntesis del estado inicial que motivara mi vocación de investigar los aspectos más generales de la interesante cuestión, la que es de mi interés insertar, con probabilidades de éxito, entre posibles antecedentes para futuras investigaciones que pudieran realizarse a mayor escala. He incluido en este trabajo algunas apreciaciones resultantes de un análisis que he realizado con criterio lingüístico. En otras palabras, intento construir un objeto para la formulación de hipótesis de trabajo consistentes y con valor científico con vistas a futuras investigaciones explicativas.

De ninguna manera el presente trabajo concluye en aserciones que superen un ‘estado hipotético’ sobre el origen del apellido Güemes. Lo que se intenta, tras su lectura, es lograr poner orden en las conclusiones obtenidas y publicadas a lo largo del siglo XX por los estudiosos, y estos aportes.

Promueve su realización el hecho de que, desde Vicente Fidel López hasta Atilio Cornejo, por lo menos tres hipótesis existen al respecto.

La etimología vasca ‘guen

Según el diccionario bilingüe Euskera/Castellano – Castellano/Euskera denominado “3000 Hiztegia5, inserto en un sitio de la red Internet, la entrada guen en Euskera, tiene tres acepciones, las que en Castellano, son:

1. sust. Límite, término, fin.

2. sust. Parte o extremo superior.

3. sust. Nata de leche.

El intérprete que en algún momento atribuyó el origen etimológico vasco ‘guen’ a la palabra Güemes, lo hizo teniendo en cuenta, claramente, la primera acepción, agregando arbitrariamente la diéresis para formar diptongo, no sabemos con qué objeto, salvo su vinculación con el topónimo Güemes (poblado de Bareyo en Cantabria).

Si aplicamos idéntico criterio de arbitrariedad, bien podríamos haberlo situado en la segunda o tercera acepción, siempre y cuando, claro está, nos hubiera convenido considerar al General como “nata de la leche” o “parte capital” de lo que se nos hubiera ocurrido. En el caso “nata de leche”, haríamos una inferencia hacia el origen de “los lecheros”, y en el caso de la última, podríamos concluir en “los líderes del pueblo [dirigentes]”.

La afirmación del origen vasco cae por sí misma, atendiendo a que ha quedado demostrado, por otro lado, y con vasta documentación, el origen territorial y genealógico cántabro de la familia Güemes, según se verá más adelante.

Las lenguas y su influencia

Si vale como aporte para futuros análisis, sabemos que en Cantabria el habla regional [el Cantabru] es parecida al Galego de Galicia y al Bable de Asturias, todas ellas lenguas romances firmemente afianzadas socialmente, con vistas a encontrar definitiva independencia, asentadas en comunidades autónomas españolas, al norte de la península ibérica, de cara al Atlántico. En particular, el Bable se parece mucho al habla rural, que se escribe como se habla, en que lo fonético condiciona a lo ortográfico, con toques fonéticos deformantes de lo que sería el Castellano cuando éste tomara identidad a partir de la unificación de Alfonso X el Sabio en el siglo XIII. Tanto una como las otras de las lenguas mencionadas cuentan con producción escrita, literaria y cultural suficiente como para encontrar aquella independencia definitiva. De ninguna manera están emparentadas con la lengua Euskera, a su vez con vasta producción literaria y con fuertes intercambios con la lengua castellana [p.e. cast. ‘calle’ > eusq. ‘kalea’].

Formación etimológica y deformación fonética

Considero que la cuestión exige instrumentos válidos y confiables para obtener resultados precisos, debido a que el tema aún no tiene solución, y si se pretende arribar a alguna a partir de un análisis lo más estructurado posible, entonces, la exigencia será formularse criterios eficientes.

He tomado como criterio de realización de este trabajo para el análisis lingüístico, por un lado la ortografía original, y la fonética regional, por el otro.

También creo necesario destacar que cualquier habla regional en España, al parecer tiene sistematizadas unas cuantas estructuras fonéticas. Por ejemplo, la lengua Guanye o Guanche [natural de las Islas Canarias]6, muestra claramente la deformación güe y la güi, para expresar raíces terminológicas tales como hue-, hui-, we-, wi-, whe-, o whi-. Un ejemplo: El término inglés Winche, utilizado para designar al molinete eléctrico que se utiliza para elevar objetos, acarrear automóviles, etcétera, que en el hecho del habla regional canaria se transforma en guinche, tal como lo conocemos en Salta. Al cerrar la lengua con el paladar, la w se transforma en g cerrada, generando las sílabas gue o gui, las que en la grafía castellana, inevitablemente se convertirán en diptongo al inicio de palabra, obligando a la aplicación de la diéresis [p.e. ingl. ‘whisky’ > ‘güiski’. Esto me induce a encontrar una curiosidad: El diminutivo alguito como el sustantivo propio Águeda, no llevan diéresis, por lo tanto no se convierten en diptongo, caso contrario a lo que sucede con el también diminutivo agüita, o el sustantivo agüero [apellido: Agüero]. Esto, obviamente sujeto a la ortografía castellana.

En resumidas cuentas, que el diptongo güe [que es de interés para este breve estudio] no nace como tal, siendo producto de un proceso de evolución fonética a partir de sílabas tales como We o Whe, pero que en la ortografía castellana sirve para transformar gua en güi o en güe.

Sabemos que mucho del léxico regional utilizado en Salta, como en otras partes de la América de habla hispana proviene del Guanye o Guanche, por influencia de la presencia de canarios en la conquista. A esto se suma, valga como apostilla, la influencia canaria en la arquitectura colonial y neocolonial de la ciudad de Salta, particularmente en la balconería [muchas casas de las avenidas Sarmiento, Belgrano y Virrey Toledo] y en ciertas esquinas emblemáticas, también balconadas [Sarmiento y Santiago del Estero, España y 20 de Febrero, etcétera]. Es común, finalmente, la deformación fonética señalada en el párrafo anterior.

¿Y el dialecto caribe taino, vigente en el norte de Brasil?7 ¿Conocíamos, por ejemplo que la palabra huracán es estrictamente taina, y significa el “centro de los vientos”?, y así también utilizamos tiburón, tabaco, piragua, tonina [delfín], jején [mosquito], ananá, ají, maraca, manatí [‘la vaca del río’]. Esto viene a colación por la extraordinaria permeabilidad de la lengua que se verifica en el habla americana. Pero lo interesante, nos sirve también para encontrar un étimo: ‘guami’ > cast. ‘señor’, [aplicado a los españoles durante la conquista].

La genealogía próxima de los Güemes

En este parágrafo, aclaro que el criterio de proximidad lo da el documentado conocimiento de la existencia de la familia Güemes ya en el siglo XVII, no antes, tanto en España como en América. Llamaremos distal a la línea genealógica anterior a la conocida, a la que llamamos proximal.

El ilustre historiador salteño, don Carlos Gregorio Romero Sosa, en un circunstanciado trabajo de investigación8, nos informa en el Boletín del Instituto Güemesiano de Salta, que hay por lo menos cinco ramas Güemes en América, parientes entre sí, de las cuales el General Martín Miguel es uno de los frutos más exquisitos.

Expresa Romero Sosa que “fueron cinco, si acaso no algo más, las principales y variadas ramas genealógicas de apellido Güemes –procedentes todas del antiguo y común linaje epónimo -, venidas hacia América desde la Madre Patria y portadoras del arcaico topónimo Güemes, correspondiente a un pueblo así denominado en el país vasco”.

Según pude obtener en la investigación realizada cuyo producto es este trabajo, el topónimo Güemes corresponde, efectivamente a un pueblo español. Pero a diferencia de lo que sostiene Romero Sosa, este poblado se encuentra en la comunidad autónoma uniprovincial de Cantabria, histórica provincia de Santander, y no en el país vasco. El poblado de Güemes [350 habitantes, en el año 2.002], pertenece al término municipal de Bareyo, en conjunto con la localidad del mismo nombre y la de Ajo, a por lo menos cincuenta kilómetros adentro de Cantabria, respecto de la frontera con Vizcaya, que está en el país vasco.

Siguiendo a nuestro historiador, encontramos que los Güemes de México provienen genealógicamente de Juan Francisco de Güemes y Horcasitas, Conde de Revilla-Gigedo, nacido en Reinosa [Santander, hoy provincia de Cantabria] en el año 1681. Éste sería tío del General Martín Miguel.

Don Gabriel Güemes Montero Bárcena Gómez y Campero, padre de nuestro Héroe, nació en Abionzo, municipio de Villacarriedo, en Cantabria.

Ocho son los pueblos que componen el municipio de Villacarriedo: Abionzo, Aloños, Bárcena, Pedroso, Santibañez, Soto, Tezanos y Villacarriedo [propiamente dicho].

Aquí surge algo interesante de analizar en el trabajo de don Carlos Gregorio Romero Sosa. En algún momento de su desarrollo, expresa efectivamente que don Gabriel nació en Abionzo [Arzobispado de Burgos], para expresar a continuación “no abundaremos aquí en noticias acerca del origen de los Güemes y Horcasitas, indudables descendientes también de la hidalga casa de los Güemes en Castilla la Vieja”. Deja sentado que, por pertenecer Abionzo al Arzobispado de Burgos, entonces los nativos de allí serían burgaleses, por lo tanto castellanos. Creo conveniente concluir en que posiblemente se haya deslizado un error de apreciación, puesto que las provincias eclesiásticas no necesariamente coincidían territorialmente con las provincias del Reino, aún en nuestra América, e incluso en la actualidad en los Estados libres americanos. Por lo tanto, don Gabriel, padre de Martín Miguel, era cántabro, como los Güemes y Horcasitas, sus inmediatos antepasados.

Hacia la construcción del objeto

Sabido es que, en la investigación en las ciencias de la sociedad humana, en particular la Historia, existe la necesidad de concentrarse en definir debidamente el objeto a investigar, puesto que, a diferencia de las ciencias duras o las exactas, éste no viene acabado a manos del investigador.

Es exigible, por lo tanto, una labor previa, casi obrera, de estructuración del objeto a investigar.

Ese es el sentido que tiene el presente trabajo.

Si se pudiera sintetizar en breves líneas su discurso, habrá que pensar en juntar los antecedentes lingüísticos y genealógicos con que se cuenta, para así obtener pistas sobre las cuales actuar ya en función de una investigación de fondo.

Esto no quita valor a esa tarea previa, de preparación del terreno. Por lo contrario, si algo de valor hubiera de tener cualquier tesis que emerja al final del camino, seguro que habrá de contener los nutrientes del suelo preparado previo a la formulación de la hipótesis.

En el presente caso, investigar sobre el apellido Güemes devienen dos vertientes de la ciencia: la lingüística, y la genealógica.

Aquí se trata de saber qué decimos cuando decimos “Güemes”: ¿Decimos lindero, o descendiente de los lecheros, o importante del pueblo?, e inmediatamente ¿decimos vasco, o cántabro, o escocés?

Por un lado, la lingüística nos informa de cómo es posible ser llamado o apellidado. Esto es, cómo nuestro linaje ha tomado identidad psicológica, social y familiar, a partir de una palabra. Ser llamado Güemes, algún sentido histórico habrá de tener, siempre y cuando estemos en condiciones de establecer qué quiere decir el vocablo. Si afirmamos que pertenece a un topónimo, aunque comprobemos que así fuere, nada avanzamos. Ahora, si afirmamos que responde a un vocablo vascuence que significa lindero, algo adelantamos, aunque, con un poco de aplicación descubramos más tarde que pueden haber dos maneras más de ser llamado Güemes en esta misma línea [extremo superior, nata de la leche], y entonces nuestro avance se detiene en ese punto. Si queremos decir que esa palabra es producto de un proceso de evolución de otro vocablo, entonces tenemos un nuevo problema lingüístico. Tal el caso del posible antecedente Weims o Waims que desde Vicente Fidel López quiere afianzarse como hipótesis, y que los Güemes de Salta en el siglo XXI desean investigar, contando con serios indicios para formular una hipótesis.

Entiendo aquí que, desde el punto de vista lingüístico, el étimo euskera guen, de ninguna manera ha quedado demostrado como origen de Güemes, al menos en su primera acepción (lindero), por lo ya explicado en su momento. Del mismo modo, sucedería con Waims o Weims [de origen irlandés, galés o escocés]. Ejemplificando aquí, tenemos en Salta registrados los apellidos Guaymás y Waimás (este último hallado en la guía telefónica de la ciudad de Salta, del año 2000), con indicios de ser parientes lingüísticos del mismo étimo [en este caso, Waims]. Si se hicieran estudios genealógicos de ambos apellidos, podrá comprobarse si hay vinculación de sangre, o no [entre Guaymás y Waimás, y entre ellos y Güemes]. Aquí es donde hace su irrupción la genealogía.

Hay indicios, como en toda investigación histórica, que nos señalan posibles pistas a seguir. Creo que en lo del étimo euskera guen, ya no caben dudas que quedó siendo sólo eso: un indicio, con grandes posibilidades de ser superado por una investigación. Esto, dado que todos los caminos genealógicos nos conducen a Cantabria, y nada hay que nos informe de estirpes anteriores vascas. En cuanto a los indicios de la posible hipótesis escocesa, galesa o irlandesa, sin negar que la genealogía próxima de los Güemes también arriba a Cantabria, aún no ha sido investigada en cuanto a la genealogía distal, o sea más lejana o anterior. Pero en esta línea de hipótesis, hay algunos indicios serios, como la fisonomía de María Magdalena Dámasa Güemes, la hermana amada por el General, a quién se la describió como una “mujer hermosa, tenía la estampa arrogante, su cabello era rubio, pálida la tez, su estatura elevada y erguida...”9. Tal sería la descripción de alguna persona de origen británico, entendiendo que los cántabros responden a otro tipo fisonómico general. O ciertos colores como el rojo y negro del poncho salteño iguales a los colores distintivos de un clan de las islas británicas. En este indicio, cabe afirmar que, desde Galicia al país vasco, pasando por Asturias y Cantabria, ambos colores están presentes en las indumentarias tradicionales, particularmente de las mujeres. ¿Confirmaría esto la presencia remota de los britanos en el continente? Esto último está ya comprobado en el caso de Galicia. Se afianzan, de esta manera, los indicios que aquí se analizan, respecto de un origen extracontinental, o britano.

Posible evolución del apellido

He tratado de sistematizar en el siguiente cuadro, la posible evolución lingüística del apellido Güemes:

Origen etimológico hipotético de la palabra Güemes

Posible curso de la deformación fonética

Comentarios

1. Desconocido: Huemes.

Huemes> Guemes> Güemes.

Por aplicación del criterio mencionado en este trabajo [cierre de lengua y paladar, etcétera]. Ejemplos de aplicación del criterio: Huemul> Güemul; hueso> güeso; huero> güero. Esta hipótesis nos sirve para ejemplificar posibles despistes en la formulación de una hipótesis con valor científico. Según mi modesto criterio, puede tomarse como contraejemplo.

2. Desconocido: Buemes

Buemes> Guemes> Güemes.

Idem al anterior.

Ejemplo: Bueno> güeno.

3. Euskera: guen (límite, término, fin).

Guen> Guem> Guems> Güems> Güemes.

Ya rebatida en este trabajo.

4. Escocés o galés o irlandés: Weims (patronímico clánico).

Weims> Wems > Wemes> Güemes.

Abona la hipótesis sustentada por el señor Martín Miguel Güemes Arruabarrena, con serios indicios de origen familiar escocés. Hay otras hipótesis, que adjudican el origen de la familia a Irlanda o Gales.

5. Taino: Guami (El Señor, aplicado a los españoles en la conquista).

Guami> Guame> Gueme> Güeme> Güemes.

Planteada en este trabajo, y que no se sostendrá si no se demuestra un origen taino o de personaje español de relevancia, conquistador o colonizador que haya estado en el Caribe o norte de Brasil entre los siglos XVI y XVIII, por lo menos. Además, por interpretación del contexto histórico, contiene indicios de validez. ¿Será posible que un soldado de la conquista haya decidido colocarse como apellido el calificativo con que lo trataban los naturales del Caribe o del norte de Brasil, conociendo su significado? No olvidemos que hubo dos Virreyes: Juan Francisco de Güemes y Horcasitas, Conde de Revilla Gigedo, gobernador de la Habana, capitán General de la isla de Cuba, 1746-1755, y luego su hijo Juan Vicente Güemes Pacheco de Padilla, conde de Revilla Gigedo, este último, a punto de ser posesionado como IVº Virrey del Río de la Plata en enero de 1789, en reemplazo del V. Loreto8.

Etnia, cultura, lengua y familia

Para la época de la romanización de España, fueron distintos los aportes étnicos, culturales y lingüísticos que ya había recibido la Península. Es más, según Rafael Lapesa en su obra lingüística talvez de mayor valor actual10, nos informa que los iberos eran de origen norafricano; que lenguas que perviven en el euskera actual ya se hallaban a ambos lados de los Pirineos, y que los navegantes cartagineses asomaron por el sur [Andalucía y sur de Portugal], fijando los antecedentes turdetanos o tartesios. A propósito de esto último rescatamos un nombre caro a nuestra historia local, cual es Indalecio, que proviene de Indalo, o sea la imagen del Hombre sosteniendo un Arco Iris, que en épocas muy remotas quedó en la zona de lo que hoy es Almería, en el Cabo de Gata, y símbolo turístico actual de Mojácar, el bello pueblo blanco de la Costa de Almería. Esto último es fruto de una inferencia que suscribo como propia.

Así, fueron los fenicios los que al parecer llamaron Hispania a la península: Tierra de Conejos.

Los ligures entraron por el norte, de quienes podemos conocer hoy topónimos en varias provincias españolas, incluyendo a Cantabria.

Algo posterior tenemos la incursión celta, que en el siglo VII penetró en España, dejando vasta toponimia, que tampoco excluye a Cantabria.

Hay un excelente trabajo llamado “La Celticidad de los Cántabros”, que habla de una fuerte influencia celta en esta etnia, que por otro lado fue una de las últimas en romanizarse.

Güemes, por ahora, designa a una familia de genealogía proximal cántabra. Si, independiente de esta afirmación, surgiera que responde a otra estirpe distal, por ejemplo británica, esto deberá quedar acreditado con rigor científico.

Se acepta aquí que familia [como linaje] puede o no puede necesariamente coincidir con origen territorial. Se puede ser cántabro por nacimiento, pero astur en cuanto a linaje, por ejemplo.

El objeto de investigación

Tenemos, pues, un boceto lo bastante delineado como para identificar a nuestro objeto de futuras investigaciones. Se trata de una palabra.

Esa palabra es un apellido del cual no se tiene la certeza acerca de su origen, considerando al presente toda aserción al respecto como importante aproximación a la verdad, pero aún insuficiente. Ese apellido es Güemes, asentado en América desde el siglo XVII por lo menos.

Por tratarse de un apellido que nombra a una familia de indudable influencia militar, social y política tanto en México como en nuestro país, y en él, particularmente en nuestra Salta, ha sido objeto de vastos y serios estudios genealógicos, pero sin tener aún definición de su etimología, y con dudas acerca de su estirpe genealógica distal, no así respecto de la genealogía proximal, ya comprobada [cántabra].

Del recuento de antecedentes e indicios, se hace posible determinar que es posible intentar formular una o varias hipótesis, para, con el auxilio de la lingüística y de la genealogía, obtener científicamente su origen.

Del mismo modo, mientras no haya modificación de lo sostenido en cuanto al linaje de los Güemes [origen familiar y territorial cántabros], descartado el origen vasco, se hará posible formular alguna hipótesis que sostenga el origen territorial y genealógico proximal cántabros, pero que reconozca otro origen distal, por ejemplo británico. Queda, no obstante, abierto el crédito para comprobar en su caso un posible origen distal vasco.

Prof. Martín Risso Patrón

Salta, año 2.001.



1 Cornejo, A., “Historia de Salta”, Salta,

2 Herrero, V., “La Tercera Gesta – Martín Miguel de Güemes”, Ed. VMH, Salta, 1999.

3 Herrero, V., op. cit.

5 “3000 Hiztegia”, diccionario bilingüe Euskera / Castellano – Castellano / Euskera.

6 Guía Guanye Godo, en: http://www.iac.es/galeriaestendguanye.html

7 El Diccionario del Lenguaje Taino, en: http://members.dandy.net/~orocobix/tsdict.html

8 Carlos G. Romero Sosa, en Boletín del Instituto Güemesiano de Salta, Nº 9 (Extraordinario), pp 299 a 317, Salta, 1985.

9 Trinidad Delia Gianelli, Las Güemes, citando a B. Frías (1946), en Todo es Historia, Nº 361, 1997.

10 R. Lapesa, Historia de la Lengua Española, Madrid, 1959.

3 comentarios:

Martín Risso Patrón dijo...

Leer

Revista Proyexión dijo...

Muy interesante su artículo Profesor, actualmente me encuentro investigando el origen del apellido Guaymás, ya que así se llama la ciudad donde radico en México, aquí los historiadores han dado una versión sobre el origen que me parece un poco ficticio, yo sostengo que la "Bahía de Guaymas" debió ser bautizada por alguien de ese apellido, quizá algún aventurero que iba en busca de la ciudad de oro que se creía estaba en lo que es hoy la alta California, si usted posee información mucho le agradecería que la compartiera, mi correo es ericdelapaz@hotmail.com
Un cordial saludo.

Profesor Ulises de la Paz García.

Chechu dijo...

No sé si saben ustedes que en la provincia de Vizcaya existe un pueblo llamado Güeñes y que en España, ademas del apellido Güemes, también existen los apellidos Güezmes y Güemez, aunque ningun Güeñes (según el INE)